PACTAR UNA HERENCIA

Siempre que sea posible, resulta conveniente prever lo que va a pasar con las herencias. No sólo porque cualquier herencia conlleva muchos trámites sino porque, además, suelen tener un alto coste en impuestos. Además, también pueden resultar una fuente de sorpresas y de desavenencias cuando se conoce el contenido del testamento.

Hoy en día, las sucesiones pueden pactarse y existen diversos mecanismos para fijar exactamente qué corresponderá a los distintos beneficiarios cuando llegue el momento. Asimismo, existen diferentes vías para reducir el impacto fiscal de la sucesión.

Por tanto, si existe la posibilidad de tratar esta cuestión entre los interesados, es conveniente recibir asesoramiento en esta materia, porque el resultado puede ahorrar muchos disgustos y gastos.

Si tanto el testador como sus posibles herederos y beneficiarios pueden tratar esta cuestión, existen fórmulas para asegurar la conformidad de todas las partes, con lo que se evitan malentendidos y litigios y, en su día, conseguir además un importante ahorro.

Estas opciones son muy importantes, por ejemplo, a la hora de transmitir la empresa familiar, distribuir distintos bienes entre los herederos, evitar situaciones de propiedad indivisa, proteger a las partes más necesitadas, o garantizar, por ejemplo, que segundas y terceras generaciones reciban también, en su día, alguna parte de los bienes de la herencia.